Cuando uno piensa en fósiles, la primera imagen que se nos viene a la cabeza son dinosaurios, reptiles, gigantes del pasado, entre otros.
Los fósiles juegan un rol crucial para entender la historia, y para comprender nuestro presente y futuro. Estos nos han ayudado a entender cómo ha evolucionado el mundo, demostrándonos que lo único constante es el cambio.
Si bien, en muy pocas ocasiones asociamos este término – fósil – a nuestras ideas o creencias sobre las cuales basamos nuestras decisiones, es importante ver cómo todo cambia, evoluciona, y con ello surgen nuevos modelos de vida, convicciones y razonamientos.
En consultoría, que es donde nos centraremos, esto también aplica, sobre todo, considerando que estamos en un sector de constante cambio. Al respecto, hay algunas ideas que deberíamos erradicar:
1. Las estadísticas son lo más importante
Esta es una idea fósil y engañosa que necesitamos desterrar. Muchas veces somos esclavos de ellas, y en la práctica es muy visto que centramos los resultados de nuestro trabajo únicamente en aspectos numéricos.
La realidad es que hoy hay acciones intangibles que son mucho más importantes que cualquier impacto monetario, tales como relacionamientos importantes, iniciativas de sostenibilidad capaces de cambiar la realidad social de un gran número de personas, entre otros con los que las personas pueden recordar aún más.
2. Prioriza estrategias solo a partir de ideas lógicas
Desde que somos jóvenes, y por culpa de un sistema educativo deficiente, nos enseñan que la lógica debe ser lo más importante, y a lo que debemos centrar nuestra toma de decisiones. Sin embargo, esta no funciona siempre en el mundo de las comunicaciones.
La gran mayoría de personas toma decisiones por aspectos emocionales, por encima de los racionales. Basar estrategias de comunicación solo en temas lógicos lo más probable es que nos lleve al fracaso.
Para tener éxito en el mundo de las comunicaciones, hoy hay que saber impactar creando lazos con nuestros consumidores, y recordar siempre que la emoción le gana a la razón. Por dar un ejemplo, no basta con mandar un kit a un influencer y pensar que con eso nuestro producto ya va a ser exitoso. Hay que ir más allá de lo básico y ver cómo este envío será capaz de crear una experiencia atractiva.
3. No prestar importancia al clima y la cultura
En el entorno económico actual es esencial que las organizaciones manejen y sepan gestionar de manera acertada la motivación para seguir siendo competitivas, pues el desempeño de las mismas dependerá de la satisfacción y el compromiso de los colaboradores.
La motivación se vuelve un factor clave en el performance y el propósito de las empresas, donde también aspectos como el liderazgo, la comunicación y el compromiso de los principales ejecutivos se vuelven sumamente importantes.
En otras palabras, el liderazgo y cercanía que se trasmita hacia los colaboradores, junto con generar una cultura de respeto, permitirá que más ideas creativas puedan surgir, mejores proyectos se puedan desarrollar y más acciones disruptivas se puedan llevar a cabo.
Al comprender estos factores, las organizaciones pueden crear una fuerza laboral más resiliente que esté mejor equipada para manejar condiciones económicas desafiantes.