El pasado mes de junio culminé de manera satisfactoria una maestría internacional en Dirección de Relaciones Públicas y Agencias de Comunicación. Esta no fue la típica maestría donde uno tiene que viajar por uno o dos años, sino que se trató de un master ejecutivo semi – presencial que duró un poco menos de un año. Fue una mezcla entre estudios online, dictado en aulas universitarias y visitas corporativas, lo cual creo yo tiene una serie de beneficios que me gustaría compartir con ustedes.
- Continuidad laboral. El hecho de no tener que dejar de trabajar tiene una serie de beneficios. El primero esta relacionado directamente con la parte económica de la maestría. El poder mantener un ingreso mensual hizo más viable el pago de la misma e incluso te brinda la posibilidad de no tener que endeudarte. Por otro lado, y para quienes estamos en el mundo de la consultoría y las relaciones publicas, el no tener que salir del país por un periodo largo permite mantenerse en vigencia con contactos claves, clientes, aliados estratégicos, ente otros.
- Experiencia internacional. Si bien gran parte de la maestría se llevó a cabo de manera virtual, mediante plataformas digitales, envío de documentos y presentaciones online, webinars y video llamadas grupales. Hubo también una parte presencial, compuesta por tres viajes de una semana cada uno y en tres lugares distintos; Nueva York, Miami y Barcelona. Estas visitas me permitieron asistir a clases en escuelas de negocio de diversas universidades, visitar los headquarters de las principales agencias de comunicación del mundo, presenciar charlas con profesionales y especialistas de primer nivel, y por supuesto aprovechar de hacer un poco de turismo.
- Los viajes internacionales fueron el espacio ideal para el networking, aspecto clave de la maestría. Aquí no solo conocí personalmente al resto de compañeros de la maestría, presencial y semi -presencial, sino que tuve la suerte de interactuar con profesores muy reputados. Asimismo, durante las visitas a las principales agencias de comunicación, conocí a varios de los CEOs globales de estas empresas y a distintos ejecutivos especialistas con quienes pudimos conversar, discutir e intercambiar ideas sobre nuestra actividad y el rubro. Esta experiencia fue muy positiva pues hice muchos amigos y amplié mi red de contactos con profesionales de muy alto nivel.
- Mejor uso de tu tiempo. Al no tratarse de una maestría full time uno se ve obligado a administrar muy bien sus semanas con el objetivo de que los estudios sean compatibles y no se crucen con el horario laboral. Por otro lado, hay que ser muy dedicado y tener mapeado todos hitos clave a lo largo del programa, pues depende de uno mismo cumplir con todas las entregas, exámenes, entre otros. Todo esto es algo positivo pues te ayuda a ser más organizado y eficiente con tu tiempo.
- Un importante beneficio de una maestría semi-presencial es el precio. Teniendo en cuenta que se trata de un periodo más corto de lo usual y que no requiere solventar un costo de vida (alojamiento, comida, transporte, entre otros), por uno o dos años, además del fee académico, el monto a pagar podría ser hasta de 60% más barato.
Definitivamente esta fue una experiencia memorable donde no solo crecí profesionalmente, sino que me permitió conocer excelentes personas y profesionales, profesores con mucho conocimiento, universidades de primer nivel y ciudades increíbles. Todo esto fue posible manteniendo casi del todo mi rutina y sin tener que desconectarme de mi vida laboral.