Lima, 16 de febrero de 2022.- A raíz de la pandemia muchas empresas han desarrollado métodos de bioseguridad para que sus clientes puedan disfrutar del producto o servicio que estos ofrecen. Uno de los métodos virtuales con mayor crecimiento durante esta coyuntura fueron los códigos de quick response, más conocidos como códigos QR. Este fenómeno fue creado en 1994, pero años después, dicha coyuntura que modificó la forma de vida de los seres humanos finalmente le dio un uso masivo y práctico a su invento.
La adopción del QR es debido a su facilidad, practicidad y seguridad, adicionalmente a porque opera sin contacto ni intercambio entre personas. Gracias a la actualización tecnológica en los smartphones, es muy probable que en tu vida cotidiana lo hayas utilizado desde la cámara de un teléfono móvil o tablet, como por ejemplo, para leer el menú de un restaurante, como método de pago, el ingreso a eventos presenciales e incluso para mostrar un carnet de vacunación.
El uso de estos códigos está propagándose también en el ámbito de las redes sociales. En Instagram, Snapchat y Twitter puedes encontrar un nuevo contacto con tan solo un código único para cada perfil. En aplicaciones bancarias también están implementando esta mecánica para facilitar transferencias de manera cotidiana.
El crecimiento imparable de su uso definitivamente es un paso grande en la tecnología y una útil herramienta para minimizar los riesgos de contagio. Mientras más pasan los años, siguen apareciendo nuevas mecánicas para facilitar diferentes ámbitos de la vida cotidiana, como lo es el código QR.