El siglo XXI representa, sin duda, la era de evolución tecnológica que, a paso acelerado, ha traído consigo un sinfín de transformaciones en la sociedad influenciando su manera de actuar, pensar y comunicar. Estos cambios se dan de la mano con la creación de nuevas plataformas de comunicación como son las redes sociales, las cuales han empoderado a las personas comunes convirtiéndolas en nuevos líderes de opinión y fiscalizadores de gran alcance y poder.
De esta manera, los medios dejan de ser los únicos grandes críticos de la sociedad, ampliando así el nivel de exposición de ciertos actores como las autoridades políticas, entidades públicas y la empresa privada. Esta última, cuyo negocio hoy en día depende mucho de su reputación, no pasará desapercibida y toda acción positiva o negativa será debidamente festejada o fuertemente juzgada. Así, el concepto del “perfil bajo” deja de ser una estrategia vigente ante una sociedad que exige la transparencia.
En ese sentido, la empresa debe ser capaz de atender, mediante los distintos canales de comunicación, las consultas, dudas y críticas de sus grupos de interés, manteniéndolos informados sobre su accionar en la sociedad. Eso además, se presenta como oportunidad para ir sembrando una percepción positiva, que en algunos casos, ayudará a disminuir el impacto negativo de una posible crisis mediática.
Si bien toda empresa está expuesta a este tipo de situaciones, hay sin duda sectores más sensibles que otros, como es el caso del extractivo, consumo masivo, banca y servicios. Sin embargo, y a pesar de esto, hay empresas de estos sectores que han logrado entablar una comunicación transparente con todos sus públicos, generando una buena relación y posicionamiento de sus marcas en el top off mind.
Hoy en día es casi un deber de la gran empresa estar dispuesta a abrir canales de comunicación con la sociedad para actualizar, de manera reiterada, sobre su gestión. Esto no solo ayuda a saciar la necesidad información transparente, sino también a generar good will y reputación entre sus grupos de interés y la opinión pública.